Inspirada en la gran horizontalidad de las praderas americanas, la casa Taliesin, se siente muy a gusto en las colinas del Urubó, donde se ancla a la topografía con sus pedestales de piedra. Sus cubiertas horizontales actúan como una terminación de la topografía y su materialidad de hormigón vaciado le da aún más presencia. Sus grandes paneles de vidrio, permiten a los propietarios tener las mejores vistas posibles hacia afuera. Un digno homenaje a su inspiración.