Casa Floresta II emerge como un hito arquitectónico en su entorno, cautivando con su fachada volumétrica que refleja una fusión armoniosa entre modernidad y tradición. Situada en un terreno cul de sac, su diseño vanguardista se integra de manera elegante con los materiales tradicionales, respetando la estética del área de preservación donde se encuentra.
Con una presencia imponente, su fachada se convierte en un punto focal, mientras que su funcionalidad se revela en su integración armoniosa con el área verde adyacente. Casa Floresta II no
solo es una obra de arquitectura, sino también un homenaje al paisaje que la rodea, ofreciendo un equilibrio perfecto entre forma, función y naturaleza.