Casa Torrico, ubicada en un pequeño valle en Portachuelo, es un proyecto que busca una profunda integración con su entorno natural. El diseño se adapta a las colinas al este y se abre a los cuatro puntos cardinales del sitio, aprovechando al máximo el microclima creado por una pequeña quebrada. Esta integración permite que la casa se funde armoniosamente con el paisaje, creando un espacio que no solo respeta la topografía y el clima local, sino que también ofrece vistas panorámicas en todas las direcciones. Casa Torrico es un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser sensible y respetuosa con su entorno, creando un equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética.