Ante este contexto, Santa Cruz debe evolucionar de una ciudad horizontal a una más vertical. La transformación hacia una ciudad vertical ofrece múltiples ventajas que van más allá de la simple eficiencia del uso del suelo. Este cambio permite concentrar los servicios urbanos, lo que reduce los costos de infraestructura, desde el agua hasta el transporte. A medida que liberamos terreno al construir en altura, creamos oportunidades para la incorporación de espacios verdes y equipamientos públicos, aspectos que actualmente carecen en las urbanizaciones periféricas.

Este proceso de verticalización debe ir más allá de responder a las demandas del mercado. Muchas ciudades en crecimiento rápido han adoptado desarrollos en altura sin un plan urbano integral, resultando en torres dispersas que no dialogan con su entorno. Santa Cruz corre ese mismo riesgo si la verticalización se convierte únicamente en una respuesta a la especulación y al crecimiento económico. Lo que necesitamos es una identidad arquitectónica propia, que no dependa de modas internacionales o réplicas de otros contextos. Cada edificio debería contar una historia, relacionada tanto con su función como con su entorno y su ciudad, generando una cohesión que Santa Cruz aún está lejos de lograr.

Arq. Daniel Chain

Creando una Identidad Vertical

La identidad de una ciudad está intrínsecamente ligada a su arquitectura, y Santa Cruz no debe ser la excepción. El problema que vemos actualmente es la tendencia de replicar estilos internacionales, particularmente de ciudades como Nueva York o Miami, que no tienen relación con nuestro clima, cultura o idiosincrasia. Esta falta de cohesión crea un perfil urbano (skyline) desordenado, donde los edificios no siguen una narrativa común ni generan una armonía visual que sea única para la ciudad.

Debemos aspirar a un skyline que sea representativo del espíritu cruceño, y esto no significa simplemente copiar modelos extranjeros. En lugar de diseñar edificios que intentan destacarse solo por su altura o forma extravagante, debemos apostar por volumetrías y materialidades que dialoguen con nuestro entorno. Por ejemplo, el uso de materiales locales como el ladrillo cerámico no solo refleja nuestra identidad, sino que también ofrece soluciones sostenibles y eficientes para el clima cálido de la región.

El centro empresarial de Equipetrol es un buen ejemplo de cómo la arquitectura puede generar presencia sin buscar protagonismo. El equilibrio entre modernidad y funcionalidad en este tipo de desarrollos debe ser el modelo a seguir, donde la arquitectura no sea solo un reflejo del éxito económico, sino también una herramienta para fortalecer la identidad y mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Un Ejemplo Concreto: Edificio Corporativo ANAPO

En nuestro estudio, hemos buscado revertir la tendencia hacia la arquitectura de impacto económico y priorizar una que sea representativa del “ser cruceño”. La oportunidad de participar en el concurso arquitectónico para ANAPO fue un ejemplo perfecto de cómo se puede crear un diseño que cumpla con los requisitos funcionales y a la vez aporte al entorno urbano.

Nuestra propuesta para el edificio corporativo para ANAPO, inspirado en la semilla del girasol, responde tanto a las necesidades del cliente como a su contexto. La forma orgánica del edificio no solo refleja la identidad agrícola de la institución, sino que también permitió la creación de un retiro frontal, que, en lugar de ser un espacio vacío, se convirtió en un parque público. Esta área no solo embellece el paisaje urbano, sino que también genera un espacio de interacción espontánea para los transeúntes, algo que falta en muchos desarrollos verticales que aíslan a los edificios de su entorno.

Además, la incorporación de un área verde en la planta alta ofrece un espacio de relajación y congregación para los funcionarios, promoviendo el sentido de pertenencia y mejorando el ambiente laboral. Este tipo de diseño, que combina estética, funcionalidad y bienestar, es un modelo a seguir para futuros proyectos en la ciudad.

Materialidad y Trabajo en Equipo: Recuperando lo Local

Otro aspecto clave del proyecto de ANAPO fue el uso del ladrillo cerámico para crear una doble piel, que no solo aporta al diseño estético del edificio, sino que también actúa como un sistema pasivo de control solar, mejorando el confort térmico interior. Este enfoque en la materialidad local no solo es sostenible, sino que también conecta el proyecto con las raíces arquitectónicas de Santa Cruz. El ladrillo ha sido tradicionalmente utilizado en edificios emblemáticos de la región y su uso en este contexto refuerza esa continuidad histórica, mostrando cómo los materiales tradicionales pueden adaptarse a soluciones arquitectónicas contemporáneas.

Nuestra propuesta, desarrollada en colaboración con la arquitecta Cazu Zegers, fue otro ejemplo de cómo la arquitectura puede ser una herramienta para integrar visiones internacionales con identidades locales. Zegers, conocida por su enfoque en la arquitectura de lugar, aportó una perspectiva que, junto con nuestro conocimiento del contexto cruceño, permitió la creación de un edificio que no solo es moderno, sino también profundamente arraigado en su entorno.

Hacia una Arquitectura con Identidad Propia

Santa Cruz se encuentra en un punto de inflexión. El desarrollo vertical no solo es inevitable, sino también necesario para responder al crecimiento demográfico y urbano de la ciudad. Sin embargo, debemos evitar que esta verticalización nos lleve a perder nuestra identidad. La oportunidad de construir en altura debe ser vista como una ocasión para crear una arquitectura que respete nuestras raíces, que mejore la calidad de vida de los ciudadanos y que ofrezca un nuevo horizonte urbano que sea único para Santa Cruz.

Si logramos generar una arquitectura que mire hacia adentro, que recupere lo mejor de nuestra cultura y que responda a las necesidades contemporáneas de sostenibilidad y habitabilidad, podremos evitar el riesgo de convertirnos en una ciudad genérica y, en su lugar, transformarnos en un referente de arquitectura y urbanismo en la región.

Fuente: Lee la nota original publicada en la revista Contacto Construccion